«Evitando tormentas» – 5 consejos para evitar llegar a una disputa

Alejandro Gonzalez, abogado y ejecutivo comercial, una de las estrellas de nuestro equipo con gran experiencia asesorando a clientes de Workana, nos comparte un nuevo post: 5 consejos esenciales para evitar llegar a una disputa.

Si como cliente quieres minimizar los imprevistos que pudieran presentarse en el desarrollo de un proyecto, y por supuesto, concretarlo exitosamente, ¡esta lectura es impostergable!

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“¡Levad anclas! ¡Izad las velas! ¡Avante a toda máquina!”

Al igual que en un grandioso barco que avanza majestuoso sobre el mar, aún sin avistar el destino y desconociendo todos los imprevistos que cruzarán en su rumbo, los proyectos se abordan de la misma manera. Clientes y profesionales se embarcan a la espera de un exitoso final.

Es imposible adelantarse a las complicaciones y prever absolutamente todos los hechos fortuitos que puedan acontecer en el transcurso de un trabajo en equipo. Cualquiera sea el objetivo, grande o chico, siempre que se busca crear algo, es posible que haya momentos de éxito y de fracaso en el camino.

La meta al trabajar en una plataforma de desarrollo freelance, no es publicar el proyecto; tampoco contratar o ser contratado. Ni siquiera es encontrar el talento ideal o ser elegido entre una enorme lista de postulantes.

La meta es siempre: concretar el proyecto exitosamente.

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Por tal, desde el momento de la publicación del proyecto, la delimitación del presupuesto que se busca invertir y la elección del profesional, la vista debe estar siempre puesta en el objetivo final.

Aquí hoy, les contamos algunos consejos que pueden servir para prever tormentas en medio del mar, de forma tal de estar preparados por si se presentan, tener en claro cómo desenvolverse cuando el barco se bate entre las olas y el timón es más difícil de sostener; y saber cómo llegar al destino victorioso aún con las complicaciones que hayan podido surgir.

¡Llamadme Ismael! (aunque mi nombre es Alejandro)

¡Allá vamos!

1) LO BARATO SALE CARO

Al seleccionar un profesional, no dejemos que las “ofertas” nos obnubilen. Si bien es cierto que los profesionales pueden flexibilizar sus honorarios para ser más competitivos en sus propuestas, lo cierto es que ningún buen profesional regalaría su trabajo. Y si lo hace, es razón para sospechar.

Ante promesas demasiado apartadas de la media, en lo que se refiere a plazos y montos, siempre debemos tomarnos el momento de considerar que el tiempo que puede perderse al seleccionar mal a un profesional, puede costar más caro que el invertido en un buen profesional que nos entregue un producto de calidad.

2) PREDEFINIR LOS ALCANCES DEL PROYECTO

La claridad con la que se determinen los alcances del proyecto desde sus inicios puede terminar siendo la pieza fundamental para la resolución de cualquier conflicto. Como en el derecho, ante la duda siempre se va al contrato. Por lo tanto, cuanto mejor especificado esté, menos dudas habrá al respecto.

Cuando por falta de conocimientos sobre las herramientas y el alcance de las posibilidades el cliente no puede dar un marco concreto, es vital el asesoramiento del profesional. Juntos deben delinear el camino a seguir y el mapa de posibilidades para tener un panorama lo más claro posible de lo que sucederá.

3) NO APRENDER SOBRE LA MARCHA

Puede sucedernos también que ante un proyecto de mediana complejidad, un profesional nos dice que conoce de forma básica lo que necesitamos pero no duda de que podrá aprenderlo a medida que se avanza.

No ha de confundirse a quien sabe utilizar el lápiz y avanza y borra cuantas veces sea necesario hasta encontrar la imagen buscada, con quien pretende aprender a usar el lápiz mientras se trabaja. Esto suele demorar mucho y crear rispideces innecesarias.

4) AVISAR A TIEMPO

La gran mayoría de las complicaciones en tareas y desarrollos podría haberse evitado, o al menos haberse aminorado su impacto, si se hubieran encarado ni bien se detectaban. Estas complicaciones comienzan a descubrirse con indicios como:

  • Mucha demora en la comunicación
  • Mensajes demasiado escuetos
  • Problemas de comprensión en las primerísimas etapas de desarrollo
  • Fechas de entrega pospuestas en demasiadas oportunidades

Ante estos signos, lo mejor es convocar a una reunión en la que se redefina la metodología de trabajo y, en lo posible, adelantar parte del tema al equipo de atención a clientes de Workana.

5) CORDIALIDAD COMO EJEMPLO

La violencia verbal y el maltrato generan frustración y paralizan, más de lo que impulsan o agilizan un proyecto. Por otra parte, ante la posibilidad de que contratante y contratado no logren llegar a un acuerdo, siempre es el que se maneja con cordialidad y respeto el que tiene la posibilidad de controlar la situación y resolver con mente fría el conflicto.

Como se mencionó con anterioridad, el objetivo es siempre la concreción exitosa del proyecto, no vencer a la contraparte ante un conflicto. Por ello es vital siempre mantener el diálogo lo más fluido posible y dar el ejemplo con el respeto. Son herramientas que nos permitirán más opciones y soluciones.

Autor: Alejandro Gonzalez

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