Desde antes de la pandemia, que disparó las cifras del trabajo a distancia y las contrataciones crossboarder en todas las industrias, el sector de desarrollo de software ya estaba entre los más orientados a la gestión remota.
Desde hace más de una década, los equipos de programadores cuyos miembros se encuentran en diferentes países y zonas horarias son algo bastante frecuente por las muchas ventajas que ofrecen a las empresas de tecnología, entre ellas tener acceso a un pool de talento más amplio y con costos más competitivos.
Paradójicamente, gestionar un equipo de desarrolladores remotos al mismo tiempo es uno de los retos de management más complejos que existen, por suerte, hoy en día contamos con suficiente expertise acumulado como para identificar algunas de las mejores prácticas que puedes poner en práctica para que proyecto sea un éxito. Toma nota.
1.- Contrata desarrolladores acostumbrados al trabajo remoto
Trabajar de manera remota demanda todo un set de soft skills específicas, entre ellas la autogestión, la comunicación asertiva y la capacidad de bloquear distracciones para maximizar la productividad, mismas que no suelen aprenderse en la universidad y tampoco en organizaciones en las que abunda el micromanagement.
El dev más talentoso a nivel técnico puede ser un rotundo fracaso en tu equipo y una carga muy pesada para tu líder si solo está acostumbrado a trabajar de manera presencial y bajo un estilo de liderazgo muy directivo. En la otra mano, un dev con buenas referencias de empleadores remotos anteriores demuestra que tiene capacidad de adaptación e iniciativa.
2.- Dale prioridad y seriedad a tu proceso de onboarding
Más vale tardarnos un poco más en el onboarding y cubrir exhaustivamente cada detalle, que arriesgarnos a que el flujo de trabajo se vea afectado por errores que se pudieron prevenir.
Un buen proceso de onboarding incluye, entre otras cosas, todo lo siguiente:
- Desarrollar manuales y guías visuales que cubran todos los procesos y dudas frecuentes
- Integración de toda la información necesaria en el mismo lugar
- Entornos de prueba para que el nuevo colaborador pueda familiarizarse con sus actividades sin riesgos
- Desarrollo de sentido de pertenencia y alineación con la cultura organizacional
- Colaboración peer to peer para acelerar la curva de aprendizaje
- Actividades de team building
3.- Utiliza herramientas de trabajo colaborativas especiales para desarrolladores
Todos los equipos remotos utilizan herramientas de comunicación y flujos de trabajo, por ejemplo Slack o Trello, pero en el caso del desarrollo de software es necesario que contemos con una plataforma de programación que permita realizar proyectos colaborativos y versiones de prueba.
El mejor ejemplo actualmente es GitHub, una plataforma de código libre y permite hostear tus aplicaciones, hacer revisiones y gestionar proyectos completos, aunque existen otras en el mercado, como GitLab, SourceForge y GitKraken.
4.- Plantea problemas y objetivos a largo plazo
Enfócate en que tus desarrolladores entiendan cuál es el objetivo integrado de lo que están haciendo, qué problema o necesidad específica tiene que resolver el código que están generando y cuál es el deadline.
Si tu onboarding fue adecuado, ellos ya tienen claro los lineamientos de estilo y pueden dejar volar la creatividad para ofrecerte soluciones más innovadoras, a diferencia de lo que ocurriría con un micromanagement.
5.- Deja que tu team leader sea líder
Y hablando de micromanagement, los líderes de equipo que invierten todo su tiempo y energía explicándole exhaustivamente qué hacer a todos los involucrados por suerte están en peligro de extinción. La otra especie que probablemente también desaparezca pronto es el típico team leader que se ocupa mucho más de la parte del código que le interesa que de integrar y encausar el trabajo de los demás.
Como puedes ver, el tipo de líder que vas a tener depende mucho de que organizacionalmente no le tengas miedo a innovar, a delegar ni a dejarle la mayor libertad de tiempo posible para que pueda guiar a sus devs, ofrecerles retroalimentación y buscar nuevas herramientas.
En pocas palabras, tu líder debe ser un full stack dev experto, pero su trabajo principal no puede ser programar, ni enseñarle a los demás cómo hacerlo.
6.- Rompe los silos
La mayoría de los artículos sobre gestión de equipos remotos proponen que hay que “sobrecomunicar”, dado que los canales digitales frecuentemente dejan de lado elementos de comunicación muy importantes, como lo son el lenguaje corporal y el tono de voz.
Nosotros creemos que la sobre comunicación fácilmente puede sentirse como micromanagement, y que lo mejor es promover espacios específicos de team building para que los miembros del equipo puedan desarrollar su sentido de pertenencia y confianza los unos en los otros. Pero claro, esto no resuelve muchos de los problemas de comunicación que existen en los equipos remotos.
En lugar de enviar mensajes eternos recordándole a nuestros devs especificaciones que ya deberían tener claras, lo que necesitamos es asegurarnos de que tengan acceso directo a toda la “sabiduría” acumulada en la compañía y que abracen su responsabilidad de ir a buscarla siempre que tengan una duda.
Por ejemplo, imagina que surge un bug raro en el código y un de tus devs encuentra el problema y lo resuelve. Además de felicitarlo, deberías pedirle que deje registro de dónde buscó, cómo identificó el problema y cómo lo solucionó. Este registro, por escrito o en video, debe integrarse a una biblioteca interna de recursos y preguntas frecuentes que más adelante el resto de tus devs podrán consultar libremente.
7.- Gamifica para competir
Pocas cosas disparan tanto la productividad como una buena dosis de sana competencia. La forma más simple de detonar esta competitividad es asegurándote de que todos tus devs puedan ver lo que están haciendo los demás y puedan comparar su propio rendimiento con el de sus compañeros.
Hay mil maneras de hace esto: con un leaderboard, con sprints colaborativos en tiempo real, con competencias por equipos para ver cuál encuentra primero un error en el código, etc. No olvides que gamificar también significa recompensar a los mejores.
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