Si buscas aumentar tu productividad, la receta para el éxito es simple e intuitiva: se trata de buscar una forma de sentirte bien a la hora de trabajar. Para esto, listamos algunos tips para ayudarte a controlar las condiciones de tu ambiente de trabajo, para así promover una sensación de bienestar que renueve tu productividad. Y lo mejor: los tips valen para cualquier ambiente de trabajo, sea un home office, un coworking o un escritorio normal 😉
La temperatura ideal
Muchas veces perdemos tiempo y concentración luchando con el aire acondicionado. Cuando está muy frío, aumentamos la temperatura. Y entonces ahí hace demasiado calor, y volvemos a parar de trabajar para aumentar la intensidad del aire. Lamentablemente, todas esas pausas y la incomodidad de estar lidiando con una temperatura demasiado cálida o demasiado fría no hacen otra cosa que afectar nuestra productividad. Por eso, lo ideal es buscar la temperatura más cercana a la ideal y dejarla en ese punto. Y, para no arriesgarse a pasar ni frío ni calor, las blusas de media manga complementan nuestra producción, haciendo el frío menos frío, y el calor menos caluroso.
El secreto de la productividad: la vista “descansada”
Uno de los mayores problemas de quien trabaja frente a un computador (que es el caso de la mayoría de los freelancers) es la vista cansada. Y esto ocurre por un motivo muy simple: cuando estamos frente al computador pestañeamos menos. Esto se debe a la iluminación y al foco en el trabajo que estamos haciendo, lo que nos hace, inconscientemente, pestañear menos.
Esto disminuye la lubricación de los ojos y facilita el cansancio de la vista, y esto puede derivar en dolores de cabeza y fatiga mental. La solución es muy simple y la encuentras en cualquier farmacia: lubricante ocular.
No es remedio, por lo tanto no tiene contraindicaciones. No es “químico”, entonces no causa problemas. El lubricante ocular es como si fuese una lágrima hecha en laboratorio. Repone la lubricación natural de la vista, que no está haciendo efecto porque no estamos pestañeando. Por lo tanto, es una excelente forma de recuperar nuestra productividad, prevenir la vista cansada y retomar nuestro foco en el trabajo.
Escogiendo el look ideal para trabajar
¿Piensas que, sólo porque trabajar home office, puedes trabajar en pijama? Habrá quienes sientan mayor bienestar así y sepan separar, aún estando en pijama, que no es hora de dormir. Sin embargo, para la mayoría de nosotros, es importante separar la ropa casual para momentos de diversión y descanso, de la ropa profesional para momentos de profesionalismo y seriedad.
Si vas a trabajar en determinado momento, lo ideal es que te arregles para eso. Te sorprenderá ver cómo un look profesional te puede ayudar a encarar el momento de trabajar con más facilidad y disposición. Además de que, a la hora de reuniones con prospects y clientes, no vas a necesitar preocuparte de si la webcam va a “delatar” tu ropa de dormir . . . 😉
Nada de bocaditos ni saladitos
Pasar todo el día frente al computador puede ser un gran enemigo para el bienestar, en muchos sentidos. Además de repercutir en tu postura y cansarte la vista, te tienta muchísimo a ir “probando” de esto y aquello durante todo el día. Por lo tanto, un gran consejo de bienestar para el momento del trabajo, ¡es estar lejos de los bocaditos y saladitos!
Tener agua o una taza de café en tu escritorio de trabajo puede ayudar mucho, porque necesitamos mantenernos hidratados durante las horas y horas en que trabajamos. Ahora bien: los bombones, dulces, bizcochos, saladitos y cositas afines no van a ayudarte en nada para tu bienestar. Por el contrario, sólo te va a servir para hincharte el estómago (¡sin alimentarte!) y darte aquella sensación de pereza post-almuerzo – lo que puede aniquilar tu productividad.
Por lo tanto, deja la comida para la hora del almuerzo o merienda, y siempre da preferencia a los alimentos saludables. En definitiva, una dieta balanceada no sirve sólo para ayudarte con tu peso. ¿Conoces aquella frase que dice “cuerpo sano, mente sana”? Cuidando de la salud de tu cuerpo también estás invirtiendo en tu productividad como profesional, porque mejoras tu concentración, tienes noches de sueño más reconfortantes, y el resultado es un trabajo de mayor calidad.
Post original: Analuísa Bessa. Traducción y adaptación: Jesica Mraz