Lo que nos deja el 2020: aprendizajes, caídas y desafíos que remarcan el valor del tiempo

El año que nos deja ya lo autoproclamamos el peor de nuestra historia. Mirándolo desde mi perspectiva, y sí, efectivamente fue un año durísimo. Más aún para los que menos privilegios tuvieron en esta Pandemia. Aquellos que no tuvieron la suerte de ser parte de la revolución del trabajo remoto por ejemplo.

Espero este año nos hayamos dado cuenta de la suerte que tenemos todos quienes trabajamos remotos. Ya sea en empresas o como freelancers hemos tenido la suerte de poder seguir trabajando casi sin sobresaltos. Seguro en muchos casos las empresas o clientes para los que trabajamos tuvieron problemas, pero al menos teníamos oportunidad de “hacer lo nuestro” sin dificultades.

Y este año que nos tocó hacer cuarentena, estar encerrados, a veces durante meses. Hablamos de sus aspectos negativos (y cómo protegernos de ellos!) hasta el cansancio. En mi caso, el 2020 me acaba de pegar una piña gigante. No fue por COVID, pero sí fue este año. Un tío mío que amo se fue como si nada. Inesperado, injusto e inentendible.

Pero también, en un año que lo necesitaba, pasé más tiempo que nunca con mi familia. Tuve la tremenda oportunidad de vivir un año pegado a mis dos hijos de 4 y 6 años. Díganme si eso no es fabuloso. No se que voy a hacer el día que vuelvan a ir al colegio todos los días (obvio que en parte vamos a festejar, pero también va a ser muy fuerte). 

Volviendo a lo que hacemos, mi trabajo y, más aún (!), lo que promueve mi trabajo, lleva a que las personas puedan estar más cerca de los suyos. Ahora eso que hacemos, promover el trabajo remoto, digital y freelance; ya no es nicho, ya no es una duda, es “mainstream”. No solo esta forma de trabajo le da mayor libertad a las personas, les da TIEMPO. Eso es lo que más ganamos.

Eso se notó mucho en Workana este año. Pasamos de tener sesenta mil freelancer nuevos registrándose por mes a más de cien mil. La cantidad de nuevos microemprendedores y PyMes digitalizando su negocio creció un 35% más de lo esperado. Junto a los freelancers de Workana ayudamos a más de treinta mil emprendedores a digitalizar su negocio

Es realmente lindo pensar en que se pudo hacer tanto para adaptar la economía en 2020 desde nuestro lugar. Cientos de miles de freelancers ayudando a tantos emprendedores a mantenerse a flote (e incluso a crecer!) en este año terrible. 

Y todo eso se hizo dándonos la posibilidad de hacerlo desde nuestras casas. Al trabajar remotos supuestamente ganamos tiempo. Pero todo ese tiempo que “ganamos” quienes tenemos la oportunidad de tener autonomía y libertad en nuestro trabajo, ¿en que lo usamos? ¿Lo ahorramos?

Deberíamos pensar en el valor de ese tiempo. Mi tío vivía cada día al máximo, siempre contento, emprendiendo y haciendo cosas. En eso pienso desde que falleció la semana pasada. Porque ese es el problema de la naturaleza del tiempo, está ahora y… ya pasó. Ya lo había dicho Michael Ende en su libro Momo de una manera sutil:

«Cada vez se volvía más nervioso e intranquilo, porque ocurría una cosa curiosa: de todo el tiempo que ahorraba, no le quedaba nunca nada. Desaparecía de modo misterioso y ya no estaba.»

Pero a diferencia de los inventos de los “ahorradores de tiempo” en Momo que suelen hacer lo contrario… lo que hacemos acá en Workana realmente nos puede dar esos momentos que buscamos toda la vida. Quienes elegimos trabajar con mayor flexibilidad y libertad tomamos una decisión de vida. Siempre hay atrás un momento que nos hizo cambiar de parecer: estar más con nuestros hijos, compartir o ayudar a algún familiar o elegir libremente donde queremos vivir y en que queremos trabajar.

Esa promesa que hacemos cuando elegimos este estilo de vida tenemos que ayudar a cumplirla. No solo para nosotros, sino para los que se están sumando a este modo de trabajar. Realmente creo y espero que en 2021 podamos seguir cumpliéndola.

Les deseo a todos los workaneros, freelancers, emprendedores y quienes amen lo que hacemos, lo mejor para el año que empieza, que sea mejor que el 2020 y que podamos ayudar a cambiar el mundo para mejor, solo un poquito más.

Co-Founder de Workana. Fanático del servicio al cliente, gamer y geek empedernido.

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