Para la gran mayoría de freelancers la computadora u ordenador es la principal herramienta de trabajo. Como tal, es elemental que funcione bien. Una herramienta de trabajo que no cumple con su deber puede convertirse en algo tedioso y muy frustrante, además de hacernos perder el tiempo. A mí en particular me genera mucho mal humor que las cosas no funcionen como corresponde.
La mayoría de los siguientes consejos son para laptops o notebooks funcionando con Windows, pero hay varios que también pueden aplicarse a usuarios de Mac. Aquellos que utilicen Linux u otros sistemas operativos seguramente ya tengan claro cómo mejorar la performance de su equipo.
Colocar la computadora en un espacio fresco y ventilado
Si bien todos los equipos tienen su propio sistema de ventilación, es recomendable «ayudarlos» a estar a la temperatura correcta evitando situarlos cerca de la calefacción o expuestos al sol. Un temperatura demasiado alta haría que funcione lentamente e incluso que se dañen componentes.
Mantener el disco rígido con espacio libre
En términos generales, para cualquier equipo con Windows lo recomendable es que el disco rígido tenga por lo menos entre un 10% y un 15% de espacio libre.
Para liberar espacio, además de eliminar archivos o software que no se utilice, una buena idea es eliminar los archivos temporales y mantener el disco rígido «ordenado». Para esto son de gran ayuda herramientas de Windows como el Desgrafmentador y el Liberador de espacio en disco (ambos se encuentran en Inicio > Programas > Accesorios > Herramientas del sistema).
Utilizar un antivirus
El software maligno a menudo hará que la computadora funcione más lento de lo que debería, ya que mientras estamos trabajando corren por detrás otros procesos que consumen recursos. Además es un riesgo enorme para la información que manejamos, con lo cual es vital mantener el antivirus actualizado y permitirle analizar todo con cierta frecuencia.
Desactivar los efectos visuales
Cada nueva versión de Windows, aprovechando el mayor poder de procesamiento de las computadoras, ha sumado una interfaz visual más atractiva con una serie de efectos. Si tu computadora tiene algunos años y su capacidad es apenas lo justo para correr el Windows más reciente, tal vez una buena idea sea desactivar estos efectos. Después de todo, que funcione rápido es más importante que cómo se ve.
Para desactivar los efectos visuales en Windows 7 ir a Equipo > click derecho > Propiedades > Información y herramientas de rendimiento (está abajo a la izquierda). Una vez allí, sobre el menú de la izquierda habrá una opción llamada «Ajustar efectos visuales». Eso abrirá una ventana desde podremos activar o desactivar, uno a uno, todos los efectos visuales que Windows ofrece. Lo ideal es ir haciendo pruebas.
Hacer que menos programas corran al iniciar Windows
Esto ayuda a que el proceso de inicio de Windows (cuando uno enciende la computadora) sea mucho más rápido. Para esto, abrir «Ejectuar» (tecla windows + R) y tipear «msconfig» (sin las comillas). Ir a la solapa «Inicio de Windows» y desmarcar aquellos programas que no son vitales para el sistema operativo. Para saber cuáles son, una buena idea es verificar la columna «Comando». Aquellos programas que están en C:Windows suelen ser los esenciales, mientras que no debería haber problema con desactivar el resto (evitar desactivar el antivirus). Ante cualquier duda, consultar con un experto.
Apagar la computadora
Hay quienes dejan la computadora encendida durante varios días seguidos. En el largo plazo, esto podría traer algunas complicaciones ya que existe la posibilidad de que el equipo acumule suciedad y se recaliente. Además, para Windows en particular es vital que cada tanto se apague o al menos reinicie la computadora para que limpie todos los archivos temporales que va generando con el uso.
Instalar Windows nuevamente
Cada tanto tiempo será inevitable tener que hacer «borrón y cuenta nueva»; eliminando por completo todo lo que hay en la computadora e instalando un Windows nuevo desde cero. Esto es porque el sistema operativo «acumula» mucha información que luego deja de usar pero sigue consumiendo recursos. Varía con el uso que cada uno le da a su computadora, pero esto es recomendable hacerlo cada un año y medio o dos. Esto, claramente, siempre y cuando no se desee cambiar de computadora todavía.
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