Organizar correctamente el tiempo de uno es vital para cualquier actividad, pero se torna aún más importante cuando se trabaja en forma independiente.
Esto es así porque ya no tendremos un horario de oficina para cumplir ni un jefe que venga a diario a indicarnos a qué debemos darle prioridad o en qué deberíamos trabajar hoy. Al trabajar freelance, será responsabilidad nuestra el ser eficientes y realizar las entregas a tiempo (algo crucial si queremos brindar un servicio profesional y construir una excelente reputación)
Definir horarios de trabajo y de descanso
Definir una franja horaria para trabajar es una de las primeras cosas a tener en cuenta. Puede ser de 9 a 18, puede ser hasta el mediodía y luego retomando a la media tarde… esto ayuda a tener un ritmo ordenado no sólo de trabajo sino incluso también de comidas y sueño, cosas importantes para una vida sana.
Tener estos horarios definidos es útil incluso si debemos, en alguna ocasión, trabajar en algo urgente (hasta avanzadas horas de la noche, por ejemplo). No nos quedará otra más que hacer el trabajo, pero seremos concientes de que es por fuera del horario que nosotros mismos hemos establecido. La próxima vez estimaremos distintos los tiempos o incluso se podrá conversar con el cliente que el trabajo demandó «horas extra».
Para esto será muy útil nuestra nota sobre cómo descubrir tus mejores horas para trabajar.
Asignar un espacio de tiempo para «ventas»
Al trabajar freelance es vital mantener la rueda de trabajo corriendo, o sea asegurarse de que los proyectos o requerimientos sigan llegando. Para eso, una buena costumbre es asignar un espacio para ventas. Puede ser una hora en la mañana de cada día o puede ser los martes a la tarde. Lo importante es que haya un momento en que nos concentremos exclusivamente en ventas, revisando las ofertas de Workana, puliendo nuestro perfil o revisando lo que ya hemos hecho para los clientes y evaluar si hay algo más que podríamos ofrecerle.
Hacer un checklist
Un listado de items sobre los que debemos trabajar durante el día. Principalmente, un checklist ayuda a recordar todo lo que debemos hacer, pero también tiene como efecto secundario el hecho de hacernos ver, al final del día, todo lo que hemos logrado. Es muy común que el día (o una semana entera, incluso) se pase sin que tengamos 100% claro en qué se fue el tiempo, por eso un checklist ayudará a entenderlo mejor.
Recordatorios de calendario
Esencial no sólo para recordarnos de cierto evento, sino también para que podamos organizar otras cosas teniéndolo en cuenta. Si tenemos una reunión el jueves a las 16 hs, una buena idea es configurar un recordatorio no sólo para 1 hora antes, sino también para uno o dos días antes. De esta forma es más fácil tener presente que ese momento del día o la semana no estará disponible para otras actividades.
¿De qué otras formas se puede organizar correctamente el tiempo propio?
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