No paramos de escuchar que la mayoría de los nuevos emprendimientos está destinado al fracaso. Aunque hay muchos números dando vuelta, parece ser que el 90% termina cerrando, y más de la mitad lo hace en su primer año. Dada nuestra experiencia en Workana y en otros startups anteriores, esos valores tiene sentido. Superar el primer año es lo más difícil, casi como una de esas materias filtro en la facultad.
¿Cómo hicimos para superar el primer año en Workana?
1. Elegir bien a los socios.
La mayoría de las empresas no mueren por fuerzas de afuera, sino por conflictos internos. Es clave elegir bien al equipo fundador, y que las expectativas estén claras.
Cosas básicas como cuánto tiempo le van a dedicar, si es full-time o no, hasta donde van a querer crecer, cuál es la idea de éxito, como se van a dividir las acciones. Incluso es recomendable dejar esto plasmado en un acuerdo de accionistas.
Nada complicado, simplemente un doc con algunos párrafos donde esto esté bajado a papel. Lo más probable es que este papel nunca más se mire, pero saber que está va a ayudar mucho a la relación.
2. Elegir bien el mercado.
Cuando comenzamos Workana, estábamos convencidos que el trabajo freelance iba a ser el futuro, y que América Latina tenía un potencial gigante. Pero no sabíamos si eso iba a suceder en un futuro lejano, o si la región ya estaba lista para una plataforma como la nuestra.
Por suerte el tiempo nos demostró que lo hicimos en el momento justo, ya que no sólo contamos con un nivel de talento local enorme, sino que muchos freelancers estaban buscando algo una solución como la nuestra.
3. Elegir a tus competidores.
Con todo negocio nuevo, siempre vas a tener competencia. Pero según el caso, robarle mercado a esta competencia puede ser más fácil o más complejo. En casos de un mercado muy cerrado y oligopólico, esta competencia puede hacértela muy difícil entrar, a veces con prácticas no del todo transparentes (ej industrias como la farmacéutica o energía).
En otros casos, tu competidor puede ser alguien que es dominante y da un servicio muy bueno (ej MercadoLibre). En otros, puede ser que haya tanta competencia que te cueste diferenciarte y encontrar tu nicho (ej restaurantes). En nuestro caso, tuvimos el combo ideal.
Los grandes jugadores de empleo (Adecco, Manpower, Zonajobs, Bumeran) no consideraban al trabajo freelance como un segmento importante, y nuestros competidores internacionales (Upwork, Freelancer) no veían a América Latina como un mercado atractivo. Esto nos dejó crecer, y estar más armados para cuando finalmente quisieron entrar en la región.
4. Mantener tus costos bajos.
Es muy fácil armar una proyección de ventas que diga que vas a ser trillonario en unos años. Como dice mi hermano, uno puede hacer que el Excel cuente cualquier historia. Pero la verdad es que no tenemos idea de como van a darse las cosas.
Sobre lo que sí tenemos control es sobre los costos, y mantenerte en una estructura baja te va a dar más flexibilidad, más tiempo de vida, y te va a hacer más fácil llegar a un punto de equilibrio. Nosotros en los comienzos de Workana ni siquiera teníamos oficina, y demoramos bastante en contratar al primer empleado.
5. Enfocarte en la cultura desde el día 1.
Esto ya lo hablé en otro post, es clave pensar en que cultura querés en tu empresa desde el comienzo. Y en como digo, liderar con el ejemplo. No creas que es algo que podés encarar ‘cuando seamos grandes’. Para ese entonces, seguro será muy tarde.
6. Moverte muy rápido.
Tu competencia tiene más recursos que vos, más experiencia y ¿Cuáles son tus ventajas? Tu velocidad.
No tenés que ir a un comité para tomar decisiones, no tenés que hacer un análisis de costo beneficio para definir si hacer un cambio de precio, y no tenés que respetar un plan anual que hiciste hace 18 meses. Y lo que es más importante, no tenés un bonus al que llegar al final del trimestre.
Eso te da una libertad enorme para probar cosas, para corregir cuando algo no anda, para conseguir en dos semanas lo que a alguien establecido puede tomarle 1 año. Aprovechalo, y buscá siempre privilegiar hacer cosas por sobre analizar cosas.
7. Entender que necesitás tu dosis de suerte.
No importa lo bien que ejecutes, no importa que tan bueno sea tu mercado, todos necesitamos un golpe de suerte. Puede pasar que llegues a cumplir todo lo de arriba pero igual te vaya mal. Y eso es parte de los riesgos que tiene crear un negocio nuevo.
Como nadie puede generar su propia suerte, deberías hacer todo lo posible para que la suerte te afecte lo menos posible. Pero nunca vas a poder erradicarla del todo.
Y el último que tuvimos en nuestro primer año de Workana, no te olvides de disfrutar el proceso.
Comenzar un emprendimiento nuevo es algo increíble, donde vas a aprender muchísimo, que te puede llenar de satisfacción personal e incluso cambiar tu realidad económica. Pero también es muy demandante, te va a poner en examen constantemente, y la mayoría de las veces vas a sentir que estás haciendo todo mal.
No dejes que el objetivo final te prevenga disfrutar el recorrido, es un muy lindo camino el que estás por recorrer 🙂
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