A pesar del diagnóstico, me dije «Hay que seguir»

En Febrero me diagnosticaron cáncer de ovarios bastante avanzado. Fue un gran golpe y sobretodo cuando pensé en mi familia…en mis hijos. Creo que justamente por ellos fue que decidí recargar energías y seguir. Así que no dejé espacio para quedarme sentada en un sillón sintiendo auto compasión. Me dije “hay que seguir” y estoy convencida que uno de los pilares más importantes para que esto ocurra fue ser freelancer.

Soy Sales Manager de Workana. Trabajo de manera remota con un equipo compuesto por personas de diferentes países. No nos conocemos en persona con varios de ellos pero siento que trabajamos como si estuviéramos sentados uno al lado del otro.

Cuando en marzo me operaron de urgencia de cáncer de ovarios realmente fue difícil planear y delegar tareas. Tengo la fortuna de trabajar con un equipo de lujo, profesionalmente y a nivel humano. No sabía por cuánto tiempo me iba a ausentar, pero de cualquier manera recibí todo el apoyo para que me concentre en mejorarme y me despreocupe del trabajo. Cuando te enfrentás con situaciones como estas, podes valorar realmente la calidad humana de las personas con las que compartís tu trabajo día a día. Soy una privilegiada, lo sé.

A la semana, ya estaba de vuelta en casa. ¿El pronóstico? Se venían 6 ciclos de quimioterapia (de la fuerte) cada 21 días, dependiendo, claro, de mi resistencia (soy de contextura pequeña y pesaba 43 kilos inicialmente). Todos pensaban en que descanse, mire la TV, coma y no piense en nada, algo bastante difícil para alguien con tanto tiempo libre, ¿no?

Workana

Soy una persona naturalmente “hiperactiva”. Hago ruido en donde estoy. Es difícil encontrarme aburrida o sin algo que hacer. Soy feliz en acción y cuando encuentro un tiempo libre, me encanta entrenar (soy corredora). Así que tomé muchos consejos, pero el de estar quieta sin hacer nada, definitivamente no era algo que pudiera cumplir. Para estar bien, tenía que sentirme activa, útil.

Decidí entonces continuar con mi función, como lo hacía antes, de manera remota y recibí por parte del equipo de Workana, todo el apoyo para hacerlo.

No solo era importante para mi, sino que fue reparador para mi familia verme animada y activa (aunque a veces tuviera que parar para reponer fuerzas), no me vieron nunca sentada en un sillón sin hacer nada.

Esta enfermedad, como la quimio, generalmente modifican de raíz la vida de las personas que la padecen porque más allá del lado emocional por el miedo que provoca la palabra cáncer en sí misma, bajan las defensas del cuerpo de manera muy pronunciada, se pierde el cabello y en muchos casos varios kilos también, haciendo que te veas realmente diferente.

El trabajar de manera remota, me hizo “olvidar” de cierta manera mi aspecto, ya que no tenía que enfrentarme físicamente al entorno laboral, ni exponerme a los viajes en subte u ómnibus con mis defensas bajas y me permitió poder realizar mis consultas médicas y tratamiento sin tener que justificar ausencias o retrasos, ya que siempre pude cumplir mis objetivos más allá de los horarios.

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A pesar de las dificultades, han pasado cosas muy lindas estos meses. Me da miedo morir, pero no he dejado que ese temor me gane la batalla ni un solo día. Simplemente me acomodé, me preparé e intente superarlo. Claro que ir a correr no pude hacerlo durante el tratamiento más fuerte; pero nada impidió que siga cantando en casa como siempre creyendo que lo hago casi como Madonna (estoy convencida que es asi), o riéndome a carcajadas y disfrutando de todos los momentos con mis hijos y con mi marido, con el resto de mi familia con amigos y, sobretodo, trabajando. Nada de eso estaba contraindicado 😉

Después de dos operaciones y 6 ciclos de quimioterapia, hoy mi pronóstico es sumamente alentador. El cáncer ha desaparecido. Los médicos están asombrados con mi recuperación y aseguran que mucho tiene que ver con las ganas y el ánimo con que he enfrentado esta situación. Yo digo que hubo dos grandes pilares sobre los cuales me he apoyado y me han llenado de energía: mi familia y mi trabajo.

Quería compartir mi experiencia sobretodo con aquellas personas que viven o conocen a alguien que se encuentre en una situación similar. No dejen de trabajar y piensen en la posibilidad de brindar un servicio de manera remota. Créanme, es sanador.

Para despedirme, les comparto una frase que me encanta de Mahatma Gandhi, que me parece super motivadora: “Cuando hay una tormenta, los pajaritos se esconden, pero las águilas vuelan más alto”.

Los invito a probar la “sanadora experiencia de ser freelancer”. ¡Los espero en Workana!

Sivu Camacho es Sales Manager de Workana.

Muchas personas seguramente se encuentren atravesando una situación similar o simplemente eligieron quedarse en sus casas por otros motivos personales. Para aquellos que quieran tomar el consejo de Sivu, en este link podrán encontrar muchos proyectos a los cuales postularse para trabajar desde casa 🙂 ¡A no bajar los brazos y seguir adelante!

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