Conversación con un potencial cliente sobre un proyecto de redacción de 5 artículos para un blog sobre aplicaciones para Smartphones:
«Nos gusta mucho tu perfil, pero en realidad nosotros estamos buscando a un redactor que sea hombre.»
«¿Puedo preguntar la razón de esa preferencia particular?»
«Sí, claro, pero por favor, no te lo tomes como algo personal. Lo que pasa es que para temas de tecnología y apps de Smartphones, al menos en nuestra experiencia, los hombres tienen un mejor desempeño, conocen mejor el mercado, usan Smartphones.»
«Pero yo tengo un Smartphone.»
«Sí, claro, pero por eso te decía, no te lo tomes personal. Es solamente que… los chicos y la tecnología, ¿viste? Se llevan bien. Usan computadoras para todo, desde chiquitos, ¿viste?»
«Yo también uso computadora para todo. Trabajo con la computadora, de hecho.»
«Bueno, sí claro, sin dudas. Es que te repito, no es una cuestión personal, es que los chicos y la tecnología… van mejor.»
Conversación con un potencial cliente sobre un proyecto de redacción de 2 artículos semanales relacionados con temas de maternidad:
«Estuvimos viendo tu perfil y la verdad que nos gusta mucho, tu portfolio está muy bueno. Además estábamos buscando justamente a una mujer de tu edad; son las más calificadas para hablar sobre estos temas.»
«Muchas gracias, me alegra mucho que me digan esto y que les haya gustado mi perfil.»
«De todas maneras, vimos que no tenés muchos artículos sobre maternidad.»
«No, no; de hecho no tengo ninguno.»
«No importa eso, lo que vale es la experiencia, ¿verdad?»
«Bueno, sí, aunque no en todos los casos, tampoco puedo decir que tenga experiencia personal en esos temas porque no tengo hijos.»
«Mira, mi abuela siempre decía “todas las mujeres del mundo tienen hijos, si no en la vida real, en su corazón.” Y es así, por eso te decía que estábamos buscando un perfil así de mujer como el tuyo. Entonces, ¿No tenés hijos?»
«No. No tengo.»
«Mejor todavía. En realidad buscamos también a una redactora que no tenga hijos porque nuestra idea es que este sea un proyecto grande a largo plazo y con el tema de los hijos… a las mujeres a se les complica. ¿Verdad?»
Conversación con un cliente sobre un potencial proyecto de redacción de contenidos para una revista de video juegos:
«Hola, ¿cómo estás? Te pedí que hiciéramos esta llamada porque quería preguntarte si tenías a un colega redactor hombre para recomendarnos para un proyecto que estamos armando. En realidad, pensamos ofrecértelo a vos, pero seguro que no te va a interesar.»
«En principio, sin dudas estoy muy interesada en conocer el proyecto.»
«Te comento entonces. Estamos por lanzar una revista digital sobre videojuegos, así que necesitamos de un redactor que haga notas, reviews y que comente las noticias de la actualidad del mundo de los videojuegos.»
«¡Sí, claro que me interesa!»
«¿En serio? Nunca pensamos que te iba a interesar; a las mujeres no les interesan los videojuegos en lo más mínimo.»
«No voy a negar que el mercado de los videojuegos está principalmente dirigido al sexo masculino, pero sin duda hay muchas mujeres interesadas en el tema. Además no importa que no sea una experta, mi trabajo como redactora consiste en investigar sobre los temas que voy a abordar en mis textos, no hace falta que los conozca de antemano.»
«Ah… claro, sí, tiene sentido. Pasa que todos los hombres juegan a los videojuegos. Los de fútbol, por ejemplo.»
«En realidad, no todos. Jugar a juegos de fútbol no es jugar a los videojuegos. Es más, yo sé mucho más de videojuegos que la mayoría de los hombres que conozco. Tuve 5 consolas, he jugado más de 50 títulos y hasta leía la revista Club Nintendo cuando era chica.»
«¿Revista Club Nintendo? ¿Y esa todavía existe?»
Y ahora, la reflexión.
Después de leer estas tres pequeñas sátiras de la vida cotidiana de la mujer escritora freelance, quizás pueda recibir muchas críticas, algunas incluso justificadas. La única intención de las anteriores Conversaciones satíricas es aportar un poco de humor a la cuestión. Como todo humor, tiene su dosis de verdad y su dosis de ridiculez.
En mi experiencia como escritora y como freelance, siempre he sido valorada por mi talento y por mi profesionalismo. Tal vez sea afortunada o tal vez los tiempos que corren realmente están cambiando (o ambas cosas), pero nunca he sido discriminada por ser mujer ni se me han cerrado puertas por tal motivo. He trabajado en proyectos de la más diversa índole, tanto con hombres como con mujeres, y siempre he recibido un trato respetuoso y profesional.
Si bien la larga lucha por la igualdad entre hombres y mujeres todavía está muy vigente, hoy en día muchas mujeres tenemos la oportunidad de desarrollarnos profesionalmente y, en especial, de tener una carrera como freelancers, ser tomadas en cuenta, valoradas y respetadas como profesionales independientes.
Y es que justamente esa cuestión de la independencia en la mujer es uno de los puntos importantes dentro de esta lucha por la igualdad; lucha cuya victoria es moralmente inevitable.
Pero, ¿de dónde salió esta sátira entonces? He aquí el quid de la cuestión. Todos los proyectos de redacción (y de cualquier otra disciplina) suelen especificar qué perfil de profesional están buscando. Muchas veces he encontrado proyectos como el siguiente:
“Se busca redactor masculino para escribir artículos para un sitio web de autos.”
O este otro:
“Se busca redactora para un blog de temas de belleza, peinados y maquillaje.”
Y lo interesante es que, cuando los leemos, hasta nos parece que tiene sentido buscar esos perfiles. Entonces, ocurre que, en principio, hay una confusión respecto a lo que implica el trabajo de redacción, y esa confusión deja entrever un prejuicio. Como lo dije en la conversación sobre los videojuegos: ningún redactor o redactora tiene experiencia personal en todos los temas sobre los que va a redactar. Nuestro trabajo consiste en informarnos mucho y muy bien sobre esos temas, para así poder elaborar nuestros contenidos. Pero como muchas personas ignoran esto, al buscar un perfil de redactor, creen que los temas vinculados a las mujeres tienen que estar escritos por mujeres y lo mismo con los temas de hombres.
Nadie está negando que haya temas propios de las mujeres y temas propios de los hombres, lo que quiero recalcar es lo siguiente: ¿cuál es la competencia del redactor y la redactora en cada uno de estos temas? Es muy posible que un redactor no sepa nada de autos y una redactora no sepa nada de peinados, pero su trabajo no es saber sobre esos temas a priori; su trabajo es saber buscar la información justa y plasmarla por escrito para llegar un público determinado.
Y ese es el perfil que deben empezar a buscar quienes necesitan del arte de un redactor o una redactora freelance. Alguien que se comprometa con su trabajo de manera que sea capaz de llegar a su público, ya sean hombres, mujeres, adolescentes, sommeliers o publicistas.
Soy escritora, soy freelance y soy mujer, todo en una misma persona. El orden de los factores no altera el producto.
Yanina P – Freelancer destacada de #WorkanaPartners
Para comenzar a trabajar de forma independiente, mira los proyectos publicados en Workana y postúlate. O también puedes emprender: crea un proyecto en Workana y contrata freelancers que te ayuden a desarrollarlo.