Ya hablamos anteriormente sobre la importancia de hacer pruebas cuando hacemos publicidad. Sin embargo, ¿cuál es un buen método a seguir para que las pruebas sean efectivas? Entendiendo, claro, que una prueba es efectiva cuando nos permite aprender algo y que al aplicarlo los resultados son mejores.

1. Apuntar a la mayor objetividad posible

Siempre habrá un diseño de landing page que nos guste más que otro, un mensaje que nos resulte más atractivo… pero si vamos a estar probando cuál de esos elementos genera más leads, ventas, tickets mayores o lo que sea que tengamos planteado como objetivo, es fundamental dejar de lado el gusto personal. Serán los números los que definan el éxito del experimento. (Por eso, aprende a duplicar los resultados de tu negocio)

2. Probar junto a algo ya conocido

Para probar un nuevo formato de newsletter, por ejemplo, no es lo ideal simplemente implementar el nuevo formato y empezar a usarlo. Lo ideal es que ese formato nuevo corra en paralelo junto con el que ya veníamos usando. Esto se puede hacer dividiendo la base de emails a la mitad y enviando una versión a cada mitad o bien directamente con las herramientas de A/B testing que los servicios de mailing suelen ofrecer. Esto es importante porque cuán efectivo es un newsletter (en cuanto a open rates, CTRs, ventas que generan o lo que fuere) no depende exclusivamente del diseño HTML de la pieza, sino también de otros factores externos como la época del año o del mes, el contenido… es por eso que debemos neutralizar esas otras variables, haciéndolas iguales, y probar sólo el diseño. Enviando las dos versiones al mismo tiempo, lograremos acercarnos a ese escenario.

3. Definir un objetivo

Es sano querer hacer pruebas y buscar mejorar las métricas de tu negocio. ¿Pero cuál es el objetivo? Es fundamental tenerlo en claro, porque en función de eso definiremos si una prueba es exitosa o no. Si por ejemplo vamos a probar un nuevo tipo de imagen para las publicaciones de Facebook… ¿cuál es el objetivo de esto? Puede ser que busquemos generar más likes o comentarios, o que busquemos que más gente llegue desde esa publicación a nuestro sitio web. O que los que llegan compren más que los que veían la otra imagen. Cualquier objetivo es válido, pero es crucial que esté presente. Luego de algunos días o semanas de correr la prueba, será esa métrica la que comparemos para definir si la nueva imagen que probamos en Facebook funcionó mejor o no que la anterior. Para eso también pueden necesitar ayuda de un Community Manager.

4. Mantener la información ordenada

Una planilla en Google Drive, un proyecto en Asana… hay varias formas de ordenar la información de todos los experimentos que estamos corriendo y sus aprendizajes. Lo importante es que esté anotado en algún lugar accesible y que el equipo tenga la costumbre de mirarlo. Incluso puede servir clasificar los aprendizajes y separarlos por tópico (un aprendizaje de landing pages iría separado de uno de emailing, por ejemplo) para que luego sea más fácil revisarlos antes de encarar un nuevo desarrollo o experimento. Revisa estas herramientas que pueden ayudarte a organizarte mejor.

5. Capitalizar al máximo los aprendizajes

Continuando con el punto anterior, no sólo es esencial que los aprendizajes estén anotados y accesibles, también es de mucha utilidad ahondar en ellos. ¿Puede el aprendizaje aplicarse en otro lado? ¿Le sirve a otra área o miembro del equipo para su actividad? ¿Dispara otras hipótesis que nos gustaría corroborar?

Siguiendo un método ordenado, los aprendizajes de las diversas pruebas que hagamos serán mucho más valiosos y ayudarán realmente a mejorar las métricas del negocio.

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Alejandro Kikuchi

Profesional Independiente especializado en Marketing Digital. Visita su perfil en Workana.

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