¿Administras tu pequeño negocio y estás siempre muy ocupado? ¿Te despiertas todos los días con muchos planes, pero te distraes rápidamente con otras tareas que no estaban previstas? Cuando el día termina, ¿sientes que no has podido hacer nada de lo que querías y que los servicios no rindieron cómo deberían?
Administrar un negocio no es tarea fácil y son varios los desafíos encontrados en el día a día de trabajo. Se sabe que esta misma situación ocurre con diversos emprendedores de pequeñas y medianas empresas y eso impide el crecimiento de muchas de ellas.
Puedes estar demasiado ocupado «apagando los incendios» y no tener tiempo demasiado extra para pensar, planificar y elaborar estrategias a largo plazo. Haz una pausa y analiza que, ¡puedes estar trabajando para tu negocio en lugar de trabajar en él! Comprueba ahora cinco consejos para administrar tu negocio con eficiencia y sustentabilidad.
1. Analizar el rendimiento de tu negocio
De la misma forma que vas al médico regularmente para comprobar cómo está tu estado de salud, también necesitas hacer un «check-up» de tus negocios.
Mantener un negocio sano no es una misión simple. Sin gestión de calidad y planificación, tu empresa puede perder competitividad, disminuir las ventas e incluso terminar cerrando.
Para que esto no suceda, hay algunas recomendaciones básicas, cómo mantener tu plan de negocios en constante actualización e invertir siempre en la innovación de los procesos y procedimientos.
Reserva un tiempo en tu agenda, involucrando a todos los miembros de tu empresa (vendedores, equipo administrativo, clientes y familia), así no serás interrumpido y mantendrás el foco en el desarrollo de tu negocio.
2. Ser estratégico
Dedica tiempo para crear o revisar metas y objetivos. Por ejemplo: ¿La información de tu empresa está registrada en papel? ¿Tus metas son inteligentes (específicas, mensurables, alcanzables y relevantes en un plazo determinado de tiempo)? ¿Has creado un plan de negocios? Si todavía no tienes estas herramientas listas, es hora de empezar a elaborarlas. Y si ya tienes todo esto, entonces no te olvides de actualizarlas continuamente para saber cómo las cosas van o, incluso, corregir eventuales errores.
Al final no basta con hacer un buen plan. Es necesario revisar y actualizar siempre.
3. ¡Planificar más y mejor!
Haz un calendario anual y enumera los principales eventos que ocurrirán en los próximos meses, coordinándolos a tus planes comerciales y de Marketing, así como a tus respectivos plazos. Crea iniciativas como previsión de ventas, control de inventario, encuestas de satisfacción de los clientes, salud fiscal, análisis competitivo y mano de obra. A continuación, trabaja de acuerdo con estos plazos, estableciendo la prioridad de las tareas y el tiempo de ejecución de cada una de ellas.
Es con ese control y planificación que el propietario de negocio va a comprar correctamente, definir metas, tener previsión de ventas y saber si está faltando dinero en los fondos.
4. Transferir responsabilidades
Para algunas personas, delegar es algo simple. Pero para otras resulta una tarea muy difícil, incluso el tercerizar las tareas más triviales.
Para que todo suceda de la mejor manera posible en tu negocio, es necesario contar con el apoyo de profesionales capacitados y comprometidos. Para ello, se puede subcontratar este trabajo contratando profesionales que te ayuden en el perfeccionamiento y desarrollo de tu negocio. Esto va a hacer una gran diferencia en el día a día, será más fácil delegar tareas y optimizar tu tiempo.
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5. Ser realista
En los pequeños negocios, es común que como el dueño te encuentres irremplazable, pero es más importante saber que, ¡no puedes hacer todo solo!
Contrata personas calificados en el área de tu negocio. El resultado vendrá más rápido, más barato y con más calidad. Por ejemplo, puedes contratar a un asistente virtual, un especialista en marketing digital o un freelancer jurídico.
Un equipo bien formado y calificado hace toda la diferencia a la hora de saber cómo gestionar una empresa. Los equipos cualificados rinden más que los no cualificados y esto trae retorno financiero para la empresa, así como mejor ambiente de trabajo y productividad individual y colectiva.
Dominar el arte de emprender, así como en tu empresa, te ayudará a tomar las riendas de tu negocio y lograr progresos reales hacia el crecimiento.