¿Has probado googleando tu nombre en Internet? Puede que te sorprendas 🙂 La Reputación Online es lo que se dice de ti, de lo que haces, de cómo trabajas. Es la opinión que los demás tienen de ti. Así como las consultoras de Recursos Humanos toman como referencia el perfil online de los candidatos a entrevistar, también tus futuros clientes se formarán su propia impresión, que puede ser determinante al momento de dar una referencia, contratarte por primera vez o hacerte parte de su equipo estable de colaboradores.
Hoy por hoy, no sólo es importante la educación, la formación profesional o el valor hora de tu trabajo sino que es clave el feedback que tus clientes darán por tu desempeño y actitud. Como trabajador freelance no puedes dejar esto de lado. Es fundamental que logres posicionarte frente a tus clientes. Esto lo conseguirás cumpliendo en tiempo y forma con el trabajo pactado, teniendo una actitud profesional y de respeto permanente, y generando una comunicación fluida con ellos.
Además de cuidar tu reputación dentro de Workana, también debes gestionar tu Reputación Online general.
Sabemos que la expansión de Internet, el desarrollo de los buscadores y el auge de las redes sociales han impulsado el acceso a la información. Años atrás, todo era más “privado”. Hoy estamos mucho más expuestos. El mundo se ha globalizado y nos contratan desde cualquier rincón del mundo. La información se ha masificado. Por eso es esencial estar bien posicionados en la web.
Y si hay algo que caracteriza a la Reputación Online es que es conformada por terceros. Esto significa que, en parte al menos, está fuera de tu control. La Reputación Online queda configurada por las conversaciones online, informaciones y opiniones en foros, blogs, redes sociales, a partir de tu comportamiento y actitudes, y el efecto puede ser positivo o negativo. De todas formas, no desesperes 🙂 Hay cosas que sí puedes hacer para administrarla. Aquí te damos algunos consejos:
Controla la información
Es importante que cuides la información que posteas en las redes sociales (Facebook, Twitter, LinkedIn, YouTube y demás). Procura subir contenidos que todo el mundo pueda ver/leer y de los que tengas certeza que no te traerán problemas. Atención también con los comentarios en foros y comunidades: descarta acotaciones ofensivas, prejuiciosas o que falten el respeto, o abordar temas sensibles que puedan despertar polémicas. Ten en cuenta que todo lo que subes a la red queda ahí. Es cierto que en teoría pueden eliminarse contenidos –al menos provisoriamente-, pero también en algún momento puede resurgir. Por eso siempre estate atento a la información que posteas.
Promueve tu propio blog
Te recomendamos también tener tu propio blog. ¿Por qué? Porque vas a poder hablar de ti mismo como quieras, y además te harás conocido y te posicionarás de la forma en que quieres. Siempre habrá terceros hablando de nosotros, pero qué mejor que “tener la versión oficial de los hechos” 😉 Un blog será TU espacio. Irás conformando tu identidad y podrás convertirte en referente dentro de tu grupo profesional.
Genera contactos
Otra forma interesante de gestionar tu Reputación Online es conectándote con comunidades, foros y redes profesionales, para mostrar tu trabajo. Esto lleva tiempo y perseverancia, pero de seguro sumará para tu posicionamiento.
Chequea comentarios
Para darle seguimiento a tu Reputación Online, debes estar pendiente y monitorear lo que se dice de ti: para esto, una buena idea es crearte Alertas de buscadores y rastrear periódicamente la información en redes sociales, blogs y foros, especialmente si eres un participante “activo” en estos espacios.
Mide tu nivel de influencia
Y si de medir tu influencia en redes sociales se trata, prueba con herramientas como Klout, Peer Index, Kred o Twitter Score. Por medio de estas aplicaciones podrás medir tu nivel de actividad y conectividad, y el grado de respuesta de tu “audiencia” (por ejemplo, “me gusta”, Retweets y Replies, fans, seguidores). Así podrás ver cuál es tu capacidad para hacer que tus mensajes lleguen a las personas que quieres y acaparen su atención. Son herramientas útiles que te servirán de guía para construir tu reputación.
Recuerda que en parte, como profesional, eres una marca. Y como tal, hay que cuidarla, promocionarla y asociarla a una imagen positiva 😉
Por: Jesica Mraz
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