Hoy, 22 de abril, se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra en numerosos países. Se trata de 24 horas para crear conciencia sobre el impacto del hombre en el planeta y para honrar el hogar donde vivimos.
Si bien es cierto que con el paso del tiempo el planeta ha sido muy castigado, aún hay mucho que podemos hacer para frenar y revertir las consecuencias negativas sobre el medio ambiente.
Para empezar, podemos reflexionar acerca de la forma en que trabajamos.
Lo más común es levantarse todas las mañanas, tomar un transporte(*) y llegar a una oficina. Allí todos utilizan aparatos electrónicos(*) y consumen electricidad y otros servicios. Para la hora del almuerzo seguramente algunos optarán por comprar o consumir alimentos en envases desechables(*) e incluso volver a utilizar algún transporte(*) para trasladarse hasta allí y volver a la oficina. A la hora del regreso, y no sin haber sido parte de un gran embotellamiento(*), cada uno vuelve a su hogar, cómplices de la rutina que los atrapa. (De paso, te invitamos a conocer cómo el freelancing genera desarrollo económico en Latinoamérica).
¿Cuántas de estas cosas nos podríamos ahorrar si simplemente trabajáramos desde casa?
Contemos los ” * “ que aparecieron en el relato: 5. Eso significa que hay 5 posibles momentos de impacto negativo en el día que podríamos evitar si pudiéramos no trasladarnos hacia una oficina, no consumir alimentos con envases/cubiertos desechables y no utilizar electricidad adicional a la que usaríamos estando en casa (ah… y no nos olvidemos que cuando nos vamos del hogar, la heladera, tele, compu, microondas, modem, lavarropas y probablemente alguna alarma o luz de emergencia, siguen enchufados sin ser utilizados, duplicando su consumo).
Y nos estamos olvidando de mencionar los recursos que día a día se gastan en la rutina laboral tradicional: nafta, repuestos de transporte, papeles, vasos descartables de café, servilletas de papel en reuniones, etc… que generan contaminación de todo tipo. Como frutilla del postre, sumémosle también la polución aérea, visual y sonora del día a día.
En fin… sabemos que muchas de estas cosas no pueden evitarse (bueno, en realidad haciendo un gran esfuerzo sí es posible), pero queremos aprovechar este día para mostrar el gran impacto positivo que tiene el trabajar de forma remota e independiente desde casa, donde no duplicamos consumo energético ni provocamos contaminación adicional.
Nos ahorramos el transporte, nos comunicamos con los clientes por teléfono o Internet (sí, el que quedó enchufado en casa cuando te fuiste) y acordamos reunirnos algunas veces, en lugar de todos los días. Almorzamos lo que hay en la heladera con la vajilla de todos los días y aprovechamos la luz solar que entra por la ventana (bueno, a veces también prendemos alguna lucecita para ver mejor).
Por eso en Workana alentamos la idea de transformar el mundo del empleo para que todas las personas puedan trabajar sin importar donde estén. La tecnología genera increíbles oportunidades de vinculación a distancia que todavía no estamos aprovechando en el mundo laboral y que podrían reducir de manera extensiva el impacto sobre el medio ambiente.
Entonces, si contamos con las herramientas, ¿qué estamos esperando para poner manos a la obra?
Es sólo cuestión de proponérselo y aportar un pequeño granito de arena que, multiplicado por los millones y millones de trabajadores del mundo, generará una playa entera de acciones favorables para el planeta Tierra.
Comienza hoy a dejar tu huella: para trabajar de forma independiente, mira los proyectos publicados en Workana y postúlate.
O también puedes emprender para generar tu propio equipo de trabajo remoto: crea un proyecto en Workana y contrata freelancers que te ayuden a desarrollarlo.