Hoy te proponemos un ejercicio . . . ¿te has preguntado si eres freelancer o emprendedor?
Más allá de definiciones “de libro”, y aún cuando muchas veces la línea que separa a uno de otro es bastante difusa, lo cierto es que existen algunas diferencias claras entre un profesional freelance y un emprendedor.
Perfil del freelancer
El freelancer por lo general cobre su trabajo por horas o por proyecto realizado. Independientemente de la profesión que ejerza, apunta a cobrar por su trabajo y a crecer para sí, sin necesariamente tener un objetivo “externo”. Trabajan para sí mismos.
El profesional freelance disfruta no tener un jefe, manejar sus horarios. Apunta a tener un trabajo estable e ingresos sostenidos, encontrar un equilibrio entre su vida personal y laboral. Suele trabajar en forma autónoma y su red de contactos es clave para conseguir nuevos clientes.
El freelancer, en su trabajo diario, suele desarrollar tareas concretas y entregar deliverables específicos. Puede ser un diseño, un desarrollo web, un artículo periodístico, un balance anual, o un plan de marketing online.
Cuando se le pregunta a qué se dedica, el freelancer responde cuál es su profesión y qué hace en el día a día.
Perfil del emprendedor
El emprendedor generalmente emplea dinero (muchas veces de terceros) para montar una empresa e ir “más allá”, hacer crecer su negocio, expandirlo y escalarlo, independientemente de los beneficios que esto pueda traerle y, claro está, expuesto a altos riesgos. Incluso en los primeros tiempos el emprendedor puede trabajar sin recibir ganancias a cambio. Todo lo hace por su proyecto.
Su objetivo es crear un negocio masivo, que eventualmente podrá vender una vez que haya florecido, o conservarlo sin necesariamente tener que trabajar en él a diario. Piensa en su empresa las 24 horas del día. En general quiere generar un cambio en el afuera, marcar una diferencia con su producto/servicio. El emprendedor muchas veces debe contratar personal externo para tercerizar algunas tareas, o asociarse con pares para formar un equipo y darle impulso al proyecto.
El emprendedor crea un producto, un servicio, una empresa. Ese es su deliverable.
Cuando se le consulta a qué se dedica, el emprendedor responde cuál es la misión de su compañía.
Los grises
¿Cuál es el límite que separa a un freelancer de un emprendedor? ¿Qué ocurre si el freelancer empieza a hacer crecer su negocio, asociarse con colegas, contratar personal especializado? ¿Y cuando aumenta el número de proyectos que está manejando, debe diversificarse, y pensar en adaptar su “producto” a las necesidades del “mercado”?
La transición de uno a otro puede ser paulatina, o abrupta. O puede no haber transición. Independientemente de esto, nos pareció interesante que te hicieras la pregunta. ¿Te reconoces como freelancer o como emprendedor? 🙂
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