Creamos Workana para proteger tanto a los clientes como a los profesionales de los riesgos del “mundo de allí afuera”. Y como recordatorio, preparamos este post comentando cuáles son los riesgos que tanto profesionales como clientes corren al contratar por fuera de Workana.
La idea de este post surgió cuando recibimos el contacto de un cliente, relatando una experiencia muy desagradable que tuvo con un profesional fuera de Workana y que podría haber sido evitada.
Por lo tanto, vimos la oportunidad de aprovechar este relato para recordarle a la comunidad workanera cuál es nuestra propuesta: el propósito de nuestra plataforma es garantizar que ninguna de las dos partes resulte perjudicada, ofreciendo un ambiente seguro para el vínculo laboral entre cliente y profesional freelance. Lamentablemente, en el mundo hay muchas personas que actúan de mala fe y perjudican a la otra parte. Y esto es justamente lo que ocurrió:
“Hace un mes más o menos había publicado un proyecto en su sitio, pero los candidatos que aparecieron a esa altura no estaban muy bien preparados. Como necesitaba terminar el proyecto lo más rápido posible, busqué en otros sitios. Encontré una empresa que estaba dispuesta a hacer el proyecto y acepté.”
En casos como este, cuando las propuestas recibidas o los perfiles de los candidatos no son los mejores, basta entrar en contacto con tu gerente de cuenta, quien está preparado (y muy interesado) en ayudarte a atraer a los mejores profesionales, o incluso ponerte en contacto con los candidatos más acordes 😉
Volviendo al relato . . . aún tomando las precauciones necesarias, como investigar el código tributario de la empresa en cuestión y firmar un contrato de prestación de servicios, el cliente seguía desprotegido.
La política de la empresa contratada, común dentro del mercado freelance, era recibir una seña del 50% sobre el valor del proyecto y el resto al final del trabajo. El problema fue que la empresa, luego de unas pocas comunicaciones una vez hecho el pago de la seña, no hizo ninguna entrega, ni respondió más ante los contactos del cliente. Esto generó que el presupuesto asignado para aquel proyecto cayera a la mitad, justamente por el perjuicio que causó esta experiencia.
“. . . ellos mantuvieron el contacto por algunos días, alegando que el proyecto estaba caminando bien. Sin embargo, de repente, simplemente desaparecieron. Intenté llamarlos y nada. Envié millones de mails, pude hablar con el muchacho que se había comunicado conmigo, me pidió disculpas por el atraso y reconfirmó que me entregarían el proyecto. Nada nuevamente.”
Luego de esto, el cliente resolvió hacer una investigación más profunda sobre la empresa y no le gustó nada lo que descubrió:
“( . . . ) me encontré con lo peor: es una empresa que actúa de mala fe y que ya engañó a otras víctimas de la misma forma. Lo que más me impactó fue ver que la empresa de la cual fui víctima está registrada en Workana. No sé cuál será el motivo de esto, ya que la garantía de Workana impediría que ellos actuasen de mala fe. Creo que debe ser sólo para atraer a los clientes para contacto directo (fuera de Workana).”
Sin entregas = Sin perjuicios
Como bien comentó nuestro cliente, la garantía de Workana sirve para evitar este tipo de problemas, garantizando los intereses de ambas partes.
En los proyectos de Workana el cliente está protegido y, ante una situación de esas, recibe su dinero de vuelta. ¿Por qué? Porque el dinero todavía no ha sido entregado al profesional. Únicamente enviamos los pagos al profesional luego de que, como cliente, apruebas las entregas. Por lo tanto: ¡sin entregas = sin perjuicios!
Contratando por fuera de Workana, los clientes se arriesgan a perder dinero y a recibir trabajos mal hechos. Los profesionales, por su lado, a hacer la entrega y quedar “varados”. En Workana cuentas con nuestra mediación: si el trabajo entregado no fue hecho de acuerdo con lo que fue solicitado, el cliente recibe su dinero de vuelta, pudiendo invertir el mismo presupuesto inicial en un proyecto con un nuevo profesional. De la misma forma, si fuera constatado que el profesional entregó lo que fue solicitado, recibe el monto por su trabajo. Esto significa que, de la misma forma, los profesionales también están protegidos por nuestra garantía.
Creemos que la confianza y la honestidad son fundamentales para un relacionamiento profesional sostenido y productivo, y que las experiencias negativas como ésta manchan la imagen del mercado freelance, actualmente en expansión. Por lo tanto, siempre que cada uno de nosotros cumpla su parte y actúe con ética y profesionalismo, estaremos contribuyendo para que esta modalidad de contratación continúe creciendo y tomando su lugar de derecho en el mercado de trabajo.
¿Alguna duda sobre el funcionamiento de Workana o de nuestra garantía? Te invitamos a visitar nuestro Centro de Ayuda o a entrar en contacto con nuestro centro de Atención al Cliente, a través del mail [email protected]. ¡Buenos negocios! (literalmente) 😉
Muchas gracias a nuestro cliente, que prefirió no divulgar su nombre, por autorizarnos a usar su testimonio, y muchos éxitos para futuros proyectos.
Post original: Analuísa Bessa. Traducción y adaptación: Jesica Mraz
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