Cómo mantener vínculos de largo plazo con clientes

¿A quién no le gustan las películas con final feliz? Puede ser tu caso 😀 Pero sin entrar a hurgar en tus gustos cinematográficos, lo que debes tener en claro es que en la relación con tus clientes nunca puedes darte el lujo de terminar mal el vínculo. Jamás. Debes tener buen ojo para elegir a aquellos con quienes vas a trabajar, cuidar esas relaciones a largo plazo y generar nuevos negocios. Fidelizarlos es la clave. Recuerda que es mucho más costoso conseguir clientes de cero que cultivar las relaciones con los existentes (o con quienes ya has trabajado en el pasado).

Existen algunos puntos de base que puedes aplicar en tu trabajo del día a día (te recomendamos revisar 10 Tips para Fidelizar a Tus Clientes), pero también hay algunas consideraciones más generales para que tengas en cuenta al fomentar el vínculo con cada uno de tus clientes (en el “durante” y en el “post” del vínculo comercial).

El establecer (y mantener) relaciones de largo plazo con clientes es la base para toda estrategia de Branding. Ellos serán tus voceros, una pieza fundamental de la recomendación “boca a boca” que tanto te servirá para construir tu reputación.

Algunos tips prácticos para conservar a tus clientes en el largo plazo

Buena comunicación

Es la base de toda relación. Es fundamental que puedas establecer una comunicación clara y fluida con tu cliente. Y esto debe ser generado desde el día 1. La idea es minimizar los problemas de comunicación, ser directo y preciso en el mensaje y fijar cuáles serán los pilares sobre los que se asentará la relación.

Necesidades

Presta atención a las necesidades y motivaciones de tu cliente. Él te ha contratado para que le soluciones un problema y tu objetivo es encontrar la manera de aportarle valor. Indagando sobre sus necesidades puedes incluso detectar trabas que él no había considerado.

Gratitud

Hazle saber que para ti es un placer trabajar con él. Demuestra este agradecimiento en el transcurso de la relación comercial, adoptando una excelente actitud, comprometiéndote con el proyecto, y una vez finalizado, transmitiéndole cuánta satisfacción te ha dado el hecho de trabajar juntos.

Compromiso

Involúcrate con el proyecto. Expone la pasión que llevas dentro. Siéntete parte de los logros que has ayudado a alcanzar. Demuéstrale que son un equipo y lo bien que pueden funcionar juntos.

Lo mejor de sí

Con el cliente, siempre tu mejor cara. Todos tenemos nuestras “fortalezas” y “debilidades”. Pero ante el cliente, procura dejar de lado tus “defectos” (sobre todo actitudinales) y muéstrate receptivo, empático y flexible.

Contacto

No pierdas contacto con el cliente una vez terminado el proyecto; busca la forma de hacerle saber que estás ahí. Un mail, un llamado telefónico. Elige el método y trata de entender en qué proyecto está involucrado y si puedes aportarle en alguno de ellos. Con un simple mensaje para “mantener contacto” puede fomentar tanto la relación interpersonal, como la comercial.

Educación

Sin tener que ponerte en un lugar pedante, puedes transmitirle al cliente tu punto de vista y hacerle ver el “problema” (o la solución) desde otro lugar. Además, suma que transmitas tus conocimientos sobre determinado tema, y que lo “eduques” sobre qué aportes puedes brindarle exactamente.

Recomendaciones

Otra manera de que el cliente te tenga presente es recomendarle a un tercero que pueda contribuirle en algún sentido (procura recomendar siempre y cuando estés absolutamente seguro que el servicio de este tercero es de excelencia. Luego no valdrán los arrepentimientos ni las disculpas). El cliente valorará mucho que le hayas aportado una solución y además un nuevo vínculo comercial, de confianza.

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