Tienes un original a traducir entre manos. Antes de tomar una decisión de la que después te puedas arrepentir, una recomendación: no caigas en la tentación de apelar a los traductores online gratuitos o software automáticos (que podrán servirte para traducir la letra de una canción, pero si hablamos de un documento corporativo, el resultado podría ser absolutamente desastroso).
Traducir no es sencillo ni algo que cualquiera pueda realizar. Implica entender las particularidades de la lengua (de estilo, culturales, lingüísticas, entre otras) y tener habilidades de comunicación escrita y de interpretación muy desarrolladas. Se puede ser bilingüe por tener un manejo fluido de dos idiomas, pero eso no necesariamente implica ser un buen traductor.
¿Qué tener en cuenta al elegir un traductor?
Al contratar un traductor freelance, tu objetivo es dar con un excelente profesional, evitando una mala sorpresa a último momento. Por eso, te dejamos algunos tips:
Ten presente la diferencia entre traductores matriculados y profesionales
Hay traductores profesionales super capacitados que podrán garantizar excelentes resultados, pero si lo que necesitas por ejemplo es traducir un documento legal, la recomendación es contratar un traductor matriculado. Lo mismo aplica para traducciones especializadas de tipo técnico, científico, médico, financiero y otras.
Siempre lo ideal es que el idioma destino de la traducción se corresponda con el idioma nativo del traductor
En ese caso, el traductor tiene un manejo mucho más amplio del vocabulario, conoce sutilezas del idioma y estructuras. Si no es posible contar con un traductor nativo del idioma destino, lo aconsejable sería que, una vez realizada la traducción, sea chequeada por una persona nativa de la lengua.
Define exactamente cuál será el idioma destino
Ten cuenta que no es lo mismo traducir un documento al español de México o al español de Argentina, o al portugués de Brasil o al portugués de Portugal. Las diferencias en uno y otro caso pueden ser significativas, especialmente si se trata de documentos comerciales o literarios, en los que el estilo y las particularidades del idioma marcan la diferencia. Siempre elige el traductor teniendo en cuenta el idioma destino y la audiencia que leerá ese material.
Establece qué tipo de perfil especializado necesitas
Cuando estés encarando la búsqueda del candidato y publiques tu proyecto en Workana, comunica claramente a qué tipo de perfil apuntas. En traducción, existen variadísimos perfiles, y no es lo mismo un traductor especializado en Marketing y Publicidad que otro con amplia experiencia en Legales.
Comprueba habilidades
Solicita a tus candidatos ejemplos de trabajos anteriores (similares) que hayan realizado, idealmente junto con los textos originales, y pídele a un nativo del idioma destino que los revise. Otra muy buena alternativa es realizar una prueba de traducción para evaluar habilidades y tiempos. Los títulos sirven como referencia, pero en traducción muchas veces pesa más la experiencia y la práctica.
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No te fíes de tarifas excesivamente bajas
Si bien entre los candidatos podrás encontrar diversas tarifas, muchas de ellas con diferencias abismales, lo cierto es que un fee demasiado bajo puede significar un resultado pobre. Al momento de negociarlo, deja en claro con tu colaborador qué incluye exactamente esa tarifa (traducción, prueba de calidad, edición, formato, etc.)
En breve, más tips a tener en cuenta para el momento de asignar una traducción. Repasa también nuestro especial de Selección de Freelancers y Qué tener en cuenta al momento de contratar un freelancer. Y sobre todo, confía en tu criterio para hacer la elección correcta 🙂
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