En el mundo de la publicidad hacer pruebas constantes es un punto clave para que las campañas sean cada vez más efectivas (ya lo dijo el amigo Ogilvy…). Esto aplica también para la publicidad en internet en donde, además, la información que se puede obtener de las pruebas y la diversidad que se puede hacer es mucho mayor.
Lo fundamental
Hacer pruebas nos permite progresivamente desarrollar una mejor llegada hacia el público: el tono con el que se les habla, lo que más los atrae visualmente, los momentos del día en donde están mejor predispuestos… y tantos factores más. En su esencia más básica, las pruebas mencionadas en este artículo implican exponer distintas versiones de algo (por ejemplo un banner, un sitio web o un email) a grupos similares de personas para ver cómo varía la respuesta, la cual se puede medir en clicks, tasas de apertura, tiempos de visita en el sitio o directamente conversiones (compras, registros). Esto siempre debería formar parte de tu estrategia de marketing digital.
Al principio, probar cambios grandes
Si tu sitio web está recién lanzado y estás recibiendo las primeas visitas es una etapa demasiado inicial como para probar si funciona mejor tener el botón de «comprar» en rojo o en verde. A esta altura, será mejor probar enfoques de mayor magnitud como una landing page con video versus una sólo con una imagen o diseños totalmente distintos. Recién cuando vas teniendo certeza sobre estos factores más macro es que vale la pena meterse con los detalles.
Hacer las pruebas de a una
Si tenemos una versión de newsletter con imágenes de personas, el texto en un tono muy informal y se envía un martes a las 8 am, mientras que la otra versión tiene imágenes de productos, tono formal y se envía durante el fin de semana… ¿cómo sabremos qué factor hizo que uno funcionase mejor que otro? Al momento de hacer una prueba comparando si un factor de cierta manera funciona mejor que de cierta otra, lo ideal es que todos los demás factores se mantengan iguales entre las muestras.
Volviendo al ejemplo anterior: si queremos probar qué provoca más clicks, imágenes de personas o imágenes de productos, será necesario que ese emailing se haga a una cantidad de personas similar, con los mismos textos y enviándose al mismo tiempo.
Apoyarse en herramientas
Existen numerosos servicios que ofrecen la posibilidad de hacer pruebas, ocupándose de repartir las dos o más versiones entre públicos similares, medir resultados y mostrar todo en un reporte claro. Conocerlos y aprovechar sus prestaciones será de gran ayuda para que el proceso de pruebas no sea un dolor de cabeza y podamos sacar conclusiones realmente útiles.
Lleva un registro
Una de las mejores maneras de aprovechar al máximo lo aprendido en un proceso de pruebas es simplemente anotarlo. A medida que progresen tus esfuerzos en el marketing online seguro este registro será más sofisticado, pero en una primera etapa alcanzará con simplemente anotar algo como «Fecha X, probamos factor Y. Funcionó un 25% mejor que factor Z».
De esta forma, el día de mañana tendrás información concreta y objetiva para tomar decisiones y además también será más fácil compartir lo aprendido, un punto clave para cuando delegues o compartas tu trabajo con otras personas.
¡Paciencia!
Si bien es cierto que en la publicidad en internet es posible obtener métricas mucho más rápido que en medios tradicionales, de todas formas en muchos casos hace falta dejar pasar algo de tiempo hasta que haya resultados concretos, e incluso pueden ser necesarias varias pruebas hasta llegar a una conclusión certera.
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