¿Cómo transmitirle tranquilidad a tu cliente?

En posts anteriores te contábamos la importancia de fidelizar a tus clientes y mantenerlos cerca. Cuidar ese vínculo te dará también a ti la seguridad y la confianza de que estás haciendo las cosas como debes. No puedes arriesgarte a perderlos, con el esfuerzo de energía, tiempo y recursos que implicaría una nueva búsqueda. Debes entonces poder hacer uso de todas las herramientas que estén a tu alcance para mantenerlos satisfechos y con la tranquilidad de que les darás un servicio de excelencia.

Hay varios tips que puedes tener en cuenta para generar un vínculo positivo y que tu cliente permanezca a tu lado. Procura ponerlos en práctica 😉 ¿Las claves? Buenas relaciones interpersonales, comunicación, proactividad, compromiso e interés.

Tómate el tiempo para entender en profundidad el proyecto

Cuando te surge un nuevo proyecto es fundamental que logres entender las implicancias, los requerimientos, el contexto, tu función. Debes poder hacerlo tuyo. Teniendo una  visión “desde adentro” podrás  lograr un mejor entendimiento, enfocar tus esfuerzos y dar lo mejor de ti, en base a los objetivos. Cuando el cliente percibe que “estás en tema” se siente tranquilo y seguro de que podrás cumplir tu rol conforme a sus necesidades.

Siempre adopta una buena actitud

Olvídate de los reclamos agresivos, malas contestaciones, ironías o cuestionamientos fuera de lugar. Ninguna de ellas es una opción en la relación laboral con tu cliente. Debes basar la relación en el respeto y la buena comunicación. Es importante que seas (y te muestres) receptivo, flexible, empático, proactivo, optimista, ejecutor, decidido. Todo aquello que te haga un profesional bien plantado, dedicado, seguro de sí mismo, pero con quien se puede dialogar y llegar a un entendimiento.

Aporta valor a lo que haces

Fuiste contratado para determinada función, es cierto. Pero te aseguramos que el cliente apreciará muchísimo que puedas ir un poco más allá de tus responsabilidades “formales” y darle un extra que pueda marcar la diferencia. Esto le dará la pauta de que sientes tuyo el proyecto, que no escatimas en esfuerzos por el bien de su compañía.

Siempre manéjate como un profesional

En cada circunstancia, en cada interacción, siempre procura actuar con responsabilidad y compromiso. Respeta lo acordado. Cuida los intereses de tu cliente. Evita desvíos y manéjate siempre dentro de los tiempos acordados.

Envía updates periódicos

Aún cuando no esté pautado desde la formalidad, el cliente se sentirá tranquilo y seguro si recibe regularmente reportes de status y avances. El no saber en qué estado está el proyecto o si hubo desfasajes muchas veces genera ansiedad, pero al mismo tiempo puede no querer presionarte antes de tiempo. Rompe el hielo y sé tú quien envíe el update en vez de esperar a que te lo solicite.

Basa la relación en la confianza

El cliente debe poder sentir que puede olvidarse del tema cuando te delega la responsabilidad. La confianza la generas a través de la comunicación, haciendo ver el valor de tu trabajo, cuán involucrado estás en el proyecto y respondiendo en tiempo y forma como pretende el cliente.

Transmite tus conocimientos

Sin llegar a ser soberbio o mostrarte como un sabelotodo, muchos clientes apreciarán recibir tu visión profesional sobre determinado asunto. Puede ocurrir que ellos no tengan todos los conocimientos técnicos, o que estén dejando de lado otras consideraciones que para ti sí son claves. Comunícaselos. Si haces el planteo con criterio -y siempre con respeto-, el cliente sabrá valorar tu aporte.

Entiende sus necesidades

Aprende a ser empático y a ponerte en los zapatos de tu cliente. Más allá de su veta profesional, ve un paso adelante, toma todas las señales que te pueda estar transmitiendo, capta sus emociones y reacciones, y adáptate para hacerlo sentir más seguro. Es muy valioso que sepas acomodarte a tu interlocutor para darle confianza.

Genera un vínculo

No mires las relaciones laborales únicamente como contratos monetarios. Tus clientes son personas. Para establecer relaciones a largo plazo (no olvides la importancia del networking) es importante que cuides del vínculo en el día a día, con detalles básicos: amabilidad, servicio, predisposición, respeto, interés por la otra persona. Sin necesidad de tener que hacerte “amigo” de tu cliente, algo tan básico como enviarle un mail de «Felicidades» por su cumpleaños puede hacer la diferencia.

Solicita feedback

Mostrarte abierto a sugerencias te posiciona como un profesional evolucionado y con ganas de auto-superarse. Todo cliente quiere tener a su lado a un colaborador abierto de mente y flexible. Esto también le genera tranquilidad al saber que eres una persona accesible y que siempre va por más.

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