La cuestión de ser una persona aislada y solitaria siempre surge a la hora de hablar de trabajo independiente. De hecho, muchos creen que es algo imposible de evitar y hasta lo utilizan como argumento en contra de este modo de trabajo: «yo no quiero trabajar de forma independiente porque quiero seguir en contacto con gente». Pero… ¿es realmente así?

La realidad -y el enorme beneficio- es que todo depende de uno mismo.

El trabajo freelance no es necesariamente de una forma u otra; justamente una de las enormes ventajas de ser jefe de uno mismo es poder moldear la forma de trabajo como más se prefiera.

Si preferimos trabajar en un ambiente solitario, aislado y silencioso, podemos hacerlo. Si nos sentimos más cómodos con personas circulando alrededor nuestro y algo de bullicio, también es posible, por ejemplo desde un espacio de coworking.

Lo más probable es que la mayoría de los que trabajamos freelance nos situemos en algún punto medio: nos encontramos a gusto trabajando aisladamente y con mucha concentración así como también apreciamos la oportunidad de compartir el espacio con algunos colegas, poder socializar y enriquecernos culturalmente.

Buscando compartir espacio con otras personas

Aquellos que viven solos o con una pareja que está fuera todo el día encontrarán que trabajar en su casa implica pasar todo el día solos. En esos casos, si se busca estar en contacto con gente, puede resultar muy útil irse a trabajar unas horas a algún café o bar, visitar las oficinas temporales que han surgido en los últimos años o incluso visitar a algún amigo en su casa u oficina. No necesariamente para trabajar con personas allí, sino para al menos poder estar en un ambiente en donde hay otras personas, cosa que a veces es muy importante.

En particular las oficinas temporales tienen de ventajoso que suelen ofrecer buenas conexiones a internet y uno está rodeado de otras personas en situaciones similares: pequeños equipos de trabajo o individuos trabajando sobre proyectos propios o de modo freelance para otros clientes.

Por otra parte, existen también oportunidades como reuniones con clientes o proveedores así como sesiones de trabajo conjunto. En el enorme universo de rubros de trabajo freelance existen todo tipo de modalidades; algunas que requieren constantes reuniones, otras que requieren que por algunos días o semanas se trabaje junto con otra persona… lo importante es conocer qué quiere uno y buscar oportunidades con esa forma o moldearlas uno mismo, siendo de gran importancia saber cómo organizar el tiempo propio.

Buscando la tranquilidad de estar solo

Si, por el contrario, sucede que uno está constantemente con personas alrededor y lo que se busca es espacios de soledad, también hay diversas oportunidades. Como le sucedió a Pablo, ser freelance cambió su forma de vivir.

La opción de ir a un café puede ser válida en este caso, aunque será de gran ayuda que sea un lugar con poca cantidad de gente e incluso tal vez sea de ayuda contar con un par de auriculares para escuchar música y no distraerse con sonidos externos.

Por otra parte, se pueden también alquilar temporalmente espacios más aislados como una sala de reunión. Adicionalmente es posible visitar de prestado el departamento o casa de algún familiar que no esté durante el día o incluso, siempre y cuando sea seguro y el clima lo permita, trabajar una o dos horas desde un parque.

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Con estas opciones la idea es que uno pueda ubicarse en los ambientes que más prefiere, incluso si varían de uno día al otro.

¿De qué otras formas es posible trabajar con gente cuando la empresa es uno mismo?

Alejandro Kikuchi

Profesional Independiente especializado en Marketing Digital. Visita su perfil en Workana.

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