Una tucumana por el mundo…

En agosto del 2014 recibí un email que, sin darme cuenta, iba a cambiar incontables aspectos de mi vida. El contenido de dicho email consistía en la aceptación para realizar un Master Internacional en Proyectos de Ingeniería. Luego de cuatro intentos fallidos de entrar becada en una maestría internacional, esa sólo podía ser una broma pesada o un sueño hecho realidad. Resultó ser lo segundo 🙂
Dos días estuve en la luna de Valencia, con una sonrisa de oreja a oreja que era imposible de disimular, hasta que empecé a caer en la realidad: la maestría era 6 meses en Tucumán y 6 meses en Alemania.
– ¿Qué hacer con el trabajo?

– ¿Cómo seguir siendo económicamente independiente?

– ¿Quién me va a contratar por sólo 6 meses o menos?
Eran todas preguntas que rondaban mi cabeza al ver que inevitablemente iba a tener que renunciar a mi trabajo para irme a vivir a Tucumán.
Y en este punto fue cuando mi idea del trabajo cambió radicalmente. Empecé de a poco a entrar en el mundo del freelance, a entender que el freelancing no era sinónimo de ‘no trabajar’, si no trabajar en el lugar donde querés estar, y ese lugar era Tucumán.

Una tucumana por el mundo 2
Un año después, terminada la cursada del master, y ya con una mentalidad diferente, ¡llegó el momento de escribir mi tesis final! Es aquí donde apareció Workana dándome una mano increíble, tanto a nivel profesional/laboral como personal. La flexibilidad de horarios que tenía al trabajar de manera independiente fue un gran beneficio, principalmente en los momentos en los que tenía que organizar las reuniones con mi tutor, quien tenía horarios muy variados.
Tener la libertad de decidir cuántas horas le iba a dedicar en el día a la tesis y cuánto iba a laburar me dio una tranquilidad y un ambiente con cero estrés, realmente un privilegio. No quiero dejar de lado que encontrar el equilibrio entre el trabajo y horas dedicadas a otras cosas (en mi caso la tesis) es un desafío importante pero no imposible.
Gracias a Workana no sólo pude terminar la tesis en el tiempo que me exigían sin caer en bancarrota, si no también encontrar un excelente traductor que me dio una mano con un resumen de la tesis que necesitaba presentar en la universidad de Alemania. ¡Todo completito!
Hoy, casi un año después, tengo el honor de formar parte del equipo de Workana, donde la cultura de la empresa coincide en su totalidad con esta nueva forma de ver al trabajo. Actualmente vivo en Buenos Aires, pero cuando me empieza a picar el bichito de la extrañitis de Tucumán, o cuando quiero visitar a un amigo en otra provincia, sé que, mientras tenga wifi, una compu y ganas, ¡es posible y real!

Maria Florencia Bravo Córdoba es Programadora en Workana. Puedes mirar su perfil aqui! 

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